Es un precioso día de verano y los adorables chicos Danny Clay y Marcus Santos lo están aprovechando al máximo, disfrutando del cálido clima en el parque y parando en un banco del parque para besarse un poco. No es de extrañar que necesiten encontrar algo de intimidad para un auténtico BoyFun cuando sus pollas empiezan a hincharse en los pantalones.
Su sesión de maquillaje continúa cuando llegan al sofá, pero con sus manos ansiosas explorándose mutuamente, sólo pasan unos instantes antes de que sus camisetas se deslicen para revelar sus magníficos y suaves cuerpos jóvenes.
Los deportistas no pueden detenerse ahí. Con la gran polla sin cortar de Marcus liberada de sus ajustados calzoncillos, Danny se la mete, se la masturba y se la chupa con la habilidad que cabría esperar de un chico muy cachondo al que le encantan las pollas duras.
Ten por seguro que no es el único. Con Marcus rígido y húmedo, no puede esperar a probar la hermosa polla de Danny, y se la trabaja con la boca antes de inclinarse para lamer su suave agujerito.
Con el deseo que sienten estos chicos el uno por el otro, cabría esperar que uno u otro recibiera con agrado el pene desnudo del otro en su culito caliente, pero es Danny quien más lo necesita.
Marcus chupa un poco más del pliegue de su compañero y desliza su rígida longitud en el interior, disfrutando del cálido y húmedo túnel mientras mete la cuchara y empuja a su amigo. La cabalgada que se da el joven Danny con su propia polla abultada en el puño es sin duda suficiente para incitar a cualquier joven a salpicar su semilla de verano, y la salpica sobre el pecho liso de su amigo.
Es sin duda un detonante para el desesperado pequeño Marcus, que apunta con su polla directamente a la boca de su amigo mientras el semen empieza a brotar de su casco, y un beso pegajoso entre los dos hombres pone fin a sus delicias vespertinas.