No se puede negar en absoluto que Ben Rasgar es un entrenador de gimnasio como ningún otro, un tipo que literalmente rezuma arrogancia en los primeros momentos de esta magnífica escapada, ¡casi tanto como sudor! Ya sea rociando un bocado de agua en la sala de entrenamiento o besando con suficiencia el six-pack del joven Victor Rozas en mitad de la sesión, se trata de un tipo que claramente tiene un lado dominante y no teme mostrarlo. De nuevo, por supuesto, si tuvieras entre las piernas el tipo de polla que tiene este hombre, ¡probablemente estarías muy seguro de ti mismo! Para empezar, sin embargo, es el guapo español quien ocupa el centro del escenario; con Rasgar llevando literalmente a Rozas a un sofá, donde inmediatamente empieza a darse un festín con esa preciosa baguette ibérica. Es innegable que la temperatura sube considerablemente en cuanto la mamba de gran tamaño de Rasgar hace su aparición, dejando a Rozas momentáneamente mareado de agradecimiento, antes de que el joven intente atiborrarse con maestría de cada puto centímetro que se le ofrece. Pero aunque te invadan los celos al ver al jovencito babeando por semejante ofrenda gigantesca, lo más probable es que agradezcas a tus estrellas de la suerte no ser él cuando veas que su culo tiene que ocupar toda la longitud de dicha polla, especialmente cuando el chico la monta al estilo vaquero. El hecho de que rechine los dientes lo dice todo, por supuesto; y su violenta erupción encapsula perfectamente la delgada división entre dolor y placer. Con Rozas bombeando su propio semen en la boca de Rasgar
