El simpático Axel Bolt es un joven estudioso que se toma el aprendizaje muy en serio, se moriría si sacara un notable en un examen. Pero ni siquiera un chico tan dedicado a sus estudios como él puede ignorar la oportunidad de un poco de BoyFun, sobre todo cuando se lo ofrece un amigo cachondo tan sexy como Nathan Reyes. Tras fracasar inicialmente en su intento de apartar a su amigo del ordenador con la mera sugerencia de divertirse, se pone como una fiera y saca su larga polla sin cortar. La mayoría de los chicos habrían estado sobre esa polla en cuanto se la ofrecieron, pero aunque Axel se mostró reacio al principio, no puede negarse cuando siente esa cálida longitud en su agarre. Con un poco de besos, Axel está clavado en la cama, Nathan desnudo a horcajadas sobre él, con la polla abultada y exigiendo un poco de amor. Tras abrirse camino hasta el paquete de Axel, encuentra una deliciosa polla joven esperándole, reluciente de precum, rígida de placer cuando se desliza entre sus labios. Los gemidos de felicidad empiezan en serio cuando Nathan demuestra sus habilidades orales, engullendo la polla de su amigo y compartiendo pronto su propio miembro hinchado con su adorable amiguito. Con sus cuerpos suaves y esbeltos totalmente libres de ropa y sus pollas hambrientas de placer, Nathan toma la iniciativa, deslizando su agujero desnudo sobre la polla de su amigo y cabalgándolo, con su propia gran polla oscilando y rebotando, abultándose en su mano mientras se folla a sí mismo en la polla de su amigo y se masturba. De rodillas y follado por detrás, Nathan la penetra aún más profundamente, con las caderas del pequeño Axel encorvándose contra sus nalgas, la polla tiesa del chico deslizándose dentro de él y alcanzando ese punto dulce. Todos los pensamientos sobre exámenes y trabajos desaparecen momentáneamente de la mente del chico mientras se la mete a su amigo con la cuchara y luego se folla sus respingones culitos desde arriba, retirándose finalmente y echándose hacia atrás para descargar su crema adolescente justo en la cara de Nathan, que le está esperando. Con el sabor del semen de Axel en los labios, se masturba, con la espesa crema bombeando de su casco enfundado en el prepucio, besando a su amigo mientras el clímax fluye a través de él. Todos los chicos que trabajan duro se merecen un descanso de vez en cuando, y Axel acaba de comprobarlo.
