Como bien señala el narrador al principio de la escena, la Navidad puede ser una época realmente solitaria cuando no estás con la persona a la que quieres. Afortunadamente para el siempre ingenioso Martin Rivers, la imaginación es algo maravilloso, y pronto descubrimos que su novio, Noah Matous, está a sólo un deseo de distancia. Todas son tonterías de temporada, por supuesto, pero ¿quién negaría a una joven belleza cachonda del calibre de River la oportunidad de retozar con una de nuestras megaputas de todos los tiempos? De hecho, hay que decir que Matous está en plena forma desde el principio, cuando se lanza a la peluda entrepierna de su amigo y empieza a engullir más que un pavo festivo Rivers, que no está dispuesto a dejarse superar, no tarda en repetir la actuación, dándose un festín con la polla igual de suave de Matous, antes de centrar rápidamente su atención en el culo apretado del chico, que se mete ansiosamente en espera de que su vara dolorosamente dura se hunda en lo más profundo. Cualquiera que esperara un polvo mundano se queda aún más sorprendido que Rivers cuando su espectáculo se transforma mágicamente en una leyenda de la pornografía. Resulta que a ambos chicos les gusta la acción anal dura y, después de darle a Matous por todo lo que vale, Rivers no tarda en recibir la misma atención a cambio. El resultado es un frenesí de folladas realmente espectacular que haría inolvidable cualquier mañana de Navidad. Todo esto, como era de esperar, pronto lleva a ambos chicos a un punto de no retorno: ¡gruesos y cremosos chorros de semen que seguramente han estado brotando de esas bolas apretadas durante todo el Adviento!
