Alto, delgado y guapo, Justin White está sentado jugando con su teléfono mientras lleva un pequeño par de calzoncillos negros, blancos y verdes. Patrik Crumble entra, buscando un masaje y con un aspecto tan adorable como Justin. Los dos adoptan inmediatamente una posición: Patrik boca abajo, con el culo levantado, y Justin junto a la camilla, con las manos resbaladizas de aceite. Lo que empieza como un masaje legítimo se convierte rápidamente en erótico y juguetón, con Patrik ansioso por meterle mano a la polla de Justin mientras éste se la chupa con fuerza a Patrik. Pero un buen turno merece otro y pronto Patrik se encuentra con la boca llena de una gran polla sin cortar, su bonita cara y su garganta folladas por el casi angelical Justin y escupiendo una carga de semen fresco y sabroso.