El joven Brad Fitt siempre ha sido un tipo travieso, así que no es de extrañar que disfrute interrumpiendo el sueño de Ben Fisher para llamar su atención. El caso es que está muy cachondo, y la buena noticia es que su compañero de juegos no tarda en recuperar un estado de ánimo igualmente favorable. Así pues, no pasa mucho tiempo antes de que los dos follamigos se desnuden para una sesión hardcore de atención amorosa, con Fisher especialmente enamorado de la polla bien afeitada de Fitt, que devora con el tipo de entusiasmo codicioso que sólo los chicos de su edad parecen tener. Sin embargo, dado el atractivo paquete que Fisher se ha metido en los calzoncillos, no es de extrañar que Fitt esté ansioso por replicar esa atención; aunque está claro que la ambición última del joven checo es sentarse en el regazo de su amigo y darle a ese grueso pene sin cortar el tipo de cabalgada para el que claramente está hecho. Por eso, es casi como un sueño hecho realidad cuando Fitt finalmente se sube al monstruo y derrama una enorme cantidad de semen por todas las colchas. Esto permite a Fisher replicar la pirotecnia con su propio chorro furioso, cubriendo el flexible y joven cuerpo de Fitt con la sustancia viscosa que se merece
