El exhibicionista Bo Sinn se exhibe por toda la ciudad, merodeando por callejones y sorprendiendo a los transeúntes desprevenidos con su cuerpo desnudo y tatuado y su enorme polla. Pero cuando entra en un colegio electoral, encuentra al pulcro Felix Odair totalmente solo masturbándose con su gran polla. Bo se desmelena para dar placer al travieso trabajador electoral, se quita la gabardina y le da todo lo que tiene. Félix se empalma e intenta superar a Bo, pero Bo lo levanta y lo lleva a la mesa donde se folla la boca de Félix. Le pone contra la pared y le folla el culo al estilo perrito, luego le folla al misionero e incluso a la bailarina en la cabina de votación Félix cabalga la polla de Bo al revés hasta correrse, y Bo le hace un enorme creampie al culo.