No hay muchos jóvenes que dejarían pasar la oportunidad de un BoyFun de grandes pollas en favor de un buen libro, y Carlos Costa desde luego no puede cuando su colega Tim Gottfrid llega abultado en ropa interior muy ceñida. Para ser justos, Tim no es precisamente sutil en cuanto a su calentura y con Carlos mirándole repetidamente mientras manosea su gran paquete es inevitable que acaben en la misma página. Con su novela abandonada y la petición no escrita aceptada, los chicos se manosean y desnudan rápidamente, mostrando sus cuerpos suaves y delgados. El ardiente contacto piel con piel sólo puede servir para animarles y, con la increíble polla de Tim a la vista, Carlos no tarda en chuparla. Sus pollas tiesas son tan urgentes que sus deliciosos placeres de intercambio de pollas tienen a ambos desesperados por más. Basta con que Carlos lama golosamente su agujerito para que la pareja lleve su historia erótica al límite. Mira cómo Carlos coge esa impresionante polla rosa por detrás antes de deslizar su boca desnuda sobre la vara desbocada de Tim para disfrutar de un paseo, con su propia polla más oscura palpitando de placer en todo momento. El pequeño y delgado Carlos tiene mucha práctica en el arte de recibir una gran polla, y a su propia carne le encanta cuando Tim se sumerge más profundamente en la posición del misionero para hacer que su chico del culo escupa su semilla caliente en una impresionante corrida. Tim le sigue con su propio chorro instantes después, retirándose justo a tiempo para escribir el capítulo final y derramar su crema sobre su estudioso amigo. Ni el mejor libro podría competir con este tipo de entretenimiento.