Los boxeadores son hombres «de verdad», como todo el mundo sabe, así que quizá no debería sorprender a nadie que el campeón en ciernes Jack Ganley no haya besado a otro chico en su vida. Aun así, parece oponerse a pillar a su novio, Vitali Kutcher, haciendo precisamente eso con otro chico. ¿Podría haber algo de celos en su objeción? Ni que decir tiene que el hombre no tardará mucho en abandonar esa mentalidad intolerante, aprovechándose al máximo de su dulce compañera, ya que los dos chicos emprenden una primicia definitiva para STAXUS: ¡follarse en un ascensor en marcha! Es sin duda una presentación muy aventurera incluso para un director tan imaginativo como John Smith; y un descenso posterior mientras Kutcher se arrodilla para hacerle una mamada a Ganley no hace sino aumentar la tensión dramática. Momentos después, los dos chicos entran ansiosos en su apartamento; en este punto, los procedimientos toman una línea posiblemente más conservadora, con Ganley dándose un festín con la polla de su joven compañero, antes de dedicar toda su atención al pequeño coño sin pelo de Kutcher. Empieza un hábil tanteo del apretado agujero de la belleza, que (como era de esperar) pronto da lugar a que la hermosa virgen de la pantalla sea enérgicamente empalada en la generosa longitud de la vara de Ganley. Esto marca el comienzo de una tremenda escapada que induce a correrse, en la que Kutcher se toma cada centímetro como un profesional, y en la que se sienta a horcajadas sobre su novio a la manera de un vaquero invertido para conseguir la máxima penetración. Todo culmina rápidamente con la eyaculación de magníficos chorros de esperma caliente para tu placer
