Algunos tíos han nacido para ser rebeldes de una forma u otra, reacios a seguir la línea social estándar y buscando constantemente formas de escapar de los grilletes de las exigencias y expectativas de la sociedad. No es que aprobemos las payasadas de Richie Hajek con las drogas que marcan el comienzo de su rebelde encuentro con Jason Mike. Lo que sí diremos, sin embargo, es que para cuando el chico vuelve a clase y se entrega a una droga mucho más aceptable socialmente -a saber, el tabaco-, las cosas se han vuelto decididamente sexys entre los dos chicos. Tanto, de hecho, que se entregan a un pequeño juego de humo mientras se desnudan para chuparse la polla mutuamente.
Esta salva inicial, sin embargo, parece casi inocente para la felación total que los tíos se permiten una vez que se han quitado las últimas ropas que les quedaban: Mike le da a la polla de su colega un duro entrenamiento con la boca, antes de centrar toda su atención en el culo de Hajek, que disfruta muy enérgicamente preparándose para la fornicación que se avecina. De hecho, dada la pasión desenfrenada que Mike muestra en esta fase, no es de extrañar que pronto reúna a Hajek sobre el escritorio más cercano para empujar ese maldito misil entre las nalgas de su compañero.
Un movimiento que da en el clavo en lo que respecta a Hajek, dado que cabalga la polla de Mike como si fuera lo único que siempre ha querido hacer. Tanto, que pronto eyacula como un soldado a mitad de la follada, antes de que Mike le haga los honores con su propio chorro de alto octanaje. ¡El sexo al límite suena realmente bien!
