Es normal que cuando te mudas a un piso nuevo te presentes a tus nuevos vecinos e intentes hacer amigos. El pequeño y atractivo Carlos Costa ya ha conocido a varios vecinos de su edificio, pero aunque todos han sido muy amables y educados, ninguno le ha ofrecido el tipo de bienvenida que el guapo y en forma Kaleb Cross está a punto de darle. Con un pequeño manoseo de la polla que crece instantáneamente en sus pantalones, el chico descamisado envía el mensaje correcto, invitando a Carols a entrar. Enseguida queda claro que los dos están en la misma onda y, aunque se ofrecen un café, el BoyFun de polla dura es claramente la mejor forma de conocerse. Cuando sus labios se encuentran y Kaleb explora a su anfitrión, encuentra una polla muy larga y muy dura que rápidamente empieza a chupar, algo para lo que claramente tiene talento. El bronceado joven se esfuerza por trabajarla, ¡es tan gruesa y larga! Hace lo que puede, pajeando el tronco y sorbiendo la punta, animando a su nuevo amigo a devolverle el favor. Kaleb no necesita que se lo digan dos veces, en cuanto saca la delgada polla del joven, engulle golosamente la cabeza, los dos se relajan en el sofá mientras chupa el semen del recién llegado, con su propia polla increíble rígida en su puño acariciador. Ansioso por aceptar un reto, el joven Carlos se inclina sobre el sofá, con su agujerito de gemelo listo para ser llenado. Kaleb apunta su carne, su enorme cabeza perfora el apretado pliegue, clavando sus centímetros en su nuevo amigo. El chico no puede aguantar demasiado de esa polla cruda, es demasiado grande para su apretado agujerito, pero cuando decide tomar el control y cabalgarla demuestra su voluntad de intentarlo. Kaleb mete un par de centímetros de su ancha polla dentro de su invitado, pero consigue un poco más cuando tiene al chico boca arriba. Con el culo un poco más relajado, Carlos puede soportar algunas embestidas más profundas, y la sensación de esa enorme carne deslizándose dentro y fuera pronto le lleva a una explosión de semen, que sale de su polla y salpica su delgado cuerpo. La estrechez del agujero del chico ya tenía a Kaleb a punto de descargar también, pero la visión de todo su semen disparándose le hace sobrepasar la línea y en unos instantes se está pajeando para repartir su propia lluvia orgásmica de crema de jovencito para su amigo. Qué manera de llegar a un nuevo hogar.