¿Y los jóvenes checos y los graneros aislados en el campo? Como demuestran Sven Laarson y Tristan Archer en este magnífico montaje, parece que el director, John Smith, sólo tiene que llevarlos a uno y se convierten en seres poseídos, ¡totalmente incapaces de contener su sed de polla dura, palpitante y sin cortar! Archer está deseando meterse en las bragas de su colega cuando entran a hurtadillas en el edificio. De hecho, antes de que se dé cuenta, está de rodillas, no para declararse, claro, sino para poder rodear con sus labios la carnosa varita del rubio. Una tarea que lleva a cabo con verdadero gusto. No es que nos sorprenda, dado lo mucho que sabemos de su amor por las pollas, un apetito que aquí sólo parece intensificarse a cada momento.
Por su parte, Laarson se sienta y disfruta de cada movimiento y de cada apretón de pelotas de su compatriota, ¡antes de unirse finalmente a su compañero para una sudorosa sesión de 69 en la paja! La mera visión de estas dos hermosas bellezas disfrutando en el suelo es sin duda suficiente para hacer echar espumarajos hasta al espectador porno más empedernido; pero las cosas se ponen aún más intensas cuando Laarson finalmente presiona la ventaja y clava su vástago profundamente en las tripas de Archer.
Es algo por lo que el joven calcetín ha estado jadeando todo el tiempo; y ahora que ha llegado, aprovecha al máximo la oportunidad, montándose a horcajadas sobre el palo de su amigo en diversas posturas. No es de extrañar que los dos tíos no tarden en escupirse mutuamente
