El pequeño y sexy Carlos Costa está disfrutando de un cigarrillo asomado a la ventana cuando llega el guapo y descamisado Lucas Drake, lamentándose de que parece que el tiempo se ha puesto feo. Normalmente se dirigiría al gimnasio, pero incluso un joven tan dedicado a sus entrenamientos como él no puede resistirse a la oportunidad de divertirse un poco en casa con su ligero amiguito twinky. Es fácil ver por qué cuando pone a su dulce amante sobre la cama y lo desnuda, con la larga y rígida polla palpitante y húmeda de expectación. Carlos tiene una polla preciosa, y Lucas está deseando meterle la boca. Con algunas chupadas y sorbidos golosos, su propia erección abultada se libera pronto de su ropa interior sexy, una polla de deportista igual de sabrosa para que Carlos la saboree. Sin duda, estos chicos saben cómo proporcionar el placer más delicioso con sus manos, labios y lenguas mientras intercambian sus juveniles erecciones, pero cuando Carlos se arrodilla para presentar su suave y esbelto culo, Lucas no pierde el tiempo. Introduce la cabeza de su rígida polla entre esos cachetes y empuja hacia delante, deslizando sus desnudos centímetros en el cálido conducto del chico. Podría estar haciendo ejercicio y eyaculando en las duchas del gimnasio, pero Lucas tomó la decisión acertada de pasar el tiempo en casa con Carlos, metiendo y sacando su polla perfectamente rosada del apretado anillito del joven. Carlos es tan goloso que levanta las caderas para follarse a sí mismo en la longitud de su amante, y su amigo semental le deja tomar el mando un rato antes de acurrucarse con su amigo y penetrarle hasta el fondo. Es increíble que Carlos pueda aguantar tanto tiempo con un activo tan talentoso dándole polla, pero cuando se echa hacia atrás para que la polla se deslice y llegue a ese punto dulce, su larga polla de jovencito pronto está lista para chorrear esperma. Se masturba, con los cojones pesados y rebotando mientras Lucas martilla dentro y fuera de su rabadilla, la polla a pelo haciendo horas extras mientras el musculitos brilla de sudor. La visión del semen de Carlos saltando espectacularmente de su enorme polla, salpicando su esbelto cuerpo, y la sensación del culo del chico palpitando de placer alrededor de su propia polla, pronto hacen que Lucas se una a ellos, sacando y lanzando un chorro de semen sobre los huevos caídos y la polla gastada del chico pasivo. Puede que se hubiera perdido su visita diaria al gimnasio, pero follarse al pequeño Carlos era sin duda una forma mejor de pasar el tiempo.
