Los hermanastros encuentran intimidad en los vestuarios del gimnasio: ¿conoces a ese novio que tienes? ¿El que te atrae? ¿El que alimenta tu deseo y te hace derramar semen copiosamente mientras fantaseas con ser suyo? Grayson Lange se encuentra precisamente en esa situación. El problema es que ya se ha acostado con Aiden Ward y se ha dejado mimar por otra persona. Y a pesar de que una vez hubo algo entre ellos, los dos siguen siendo mejores amigos. Pero Grayson quiere más, y ha jurado no volver a acostarse con el colgado y lascivo Aiden. Al menos, no hasta que pueda comprometerse. Y con toda la mierda que Aiden ha estado tramando últimamente. Bueno, ya te haces una idea. Sólo hay un problema. Bueno, vale. Quizá dos: juventud y excitación. ¿O quizá sólo uno, ya que parecen ir de la mano? En el vestuario, justo antes de entrenar en el gimnasio, Grayson echa un vistazo a la enorme polla palpitante de Aiden y, en un momento de debilidad, cede a sus propios deseos, al encanto de Aiden y a su enorme losa. Incapaz de resistirse, Grayson se mete en la garganta todo lo que puede esta dulce carne, y luego se deja utilizar como un muñeco de trapo, girado y maltratado, follado a fondo, largo y duro.
