Austin Cook tiene un nuevo vecino. Es una cosita flaca y pálida que siempre está mirando por la ventana de Austin. Y Austin sabe exactamente lo que busca Gregor. No tarda mucho en hacerse amigo de Gregor Gilead y un poco menos en meter al gatito en su habitación. Tras empujar juguetonamente al novato sobre su cama, Austin saca su polla sin cortar y se la abofetea en la cara a Gregor. Austin se empalma enseguida, sobre todo cuando Gregor abre la boca y empieza a chupar esa gruesa herramienta que le hace la boca agua Austin le corresponde, pero en realidad no es un chupapollas. De hecho, no suele jugar con otros chicos, aunque descubre que no está tan mal. Gregor no tarda en tomar las riendas, montándose a horcajadas sobre el eje palpitante de Austing y empalándose a sí mismo. Gregor se masturba, a veces con ayuda de Austin, mientras cabalga a pelo. Gregor se pone boca arriba y dispara una gran carga mientras Austin le folla el semen. Austin le sigue rápidamente, salpicando a Gregor con una gran carga.