Los guapísimos Tony Milak y Ben Kingston forman una pareja estupenda, por lo que no es de extrañar que los dos se busquen tan pronto un BoyFun vespertino cuando Ben llega sorbiendo con avidez su pequeña piruleta e invitando claramente a chupar algo más carnoso. Ningún chico en su sano juicio podría ignorar las tentadoras señales que emite el guaperas mientras su húmeda boca trabaja la sabrosa golosina.
Tony, el jovencito engreído de siempre, se hace el interesante al principio, pero cuando Ben revela descaradamente el trozo de carne palpitante de sus vaqueros, no puede seguir fingiendo y se lanza a pajearlo, agarrando la impresionante erección y dándole algunas caricias. Realmente es un pene magnífico, tan duro y tentador, que ningún chico cachondo podría resistirse a semejante oferta.
La fijación oral de Ben no tarda en ponerse en práctica cuando libera el miembro largo y rosado de su amigo de sus pantalones, el intercambio dulce y sabroso entre la erección y la golosina azucarada atrae a ambos chicos a una sesión de chupadas golosas que no tarda en intensificarse.
Nunca antes habíamos visto una piruleta en el apretado hocico de un chico, pero Ben no se queja, aunque no es de extrañar que prefiera la gran longitud a pelo de la polla de su amigo cuando Tony hunde la suya en su húmedo y pegajoso agujero.
Después de cabalgarlo a fondo, el joven Ben disfruta follando con la cuchara antes de tumbarse y meterse la larga polla rosa hasta el fondo de su garganta, con su propia polla agitándose e hinchándose en la mano que la frota mientras trabaja en su copiosa carga de semen. Con su viscoso semen salpicando sus abdominales, el chico está listo para el sabroso regalo final, con la cabeza de Tony chorreando un buen chorro pegajoso directamente en su boca.
