Tras el encuentro de la semana pasada, el entrenador Angus está seguro de que Marcus tiene lo que hay que tener para ser un top sobresaliente, así que le pone el cordón del silbato en la cabeza y le dice: «Hoy vas a estar al mando» Con una sonrisa chulesca, Marcus empieza a dar instrucciones a su entrenador para que haga flexiones y luego le sujeta los pies para que haga abdominales.
El jodido jovencito ya me la está poniendo dura, piensa el entrenador Angus, tocándose el rígido contorno de su gruesa polla en sus ajustados calzoncillos mientras se levanta. Mientras Marcus reflexiona sobre qué hacer, sus manos buscan la cremallera del hombre mayor. La gruesa polla del entrenador rebota al bajarse los calzoncillos, tras escapar de la cintura del pequeño suspensorio que llevaba sólo para Marcus.
«Ni siquiera puedo aguantarme», se burla Marcus mientras aparta la polla del entrenador Angus y presiona la entrepierna del hombre para arrancarle un gemido. Saca la polla del entrenador para chuparla brevemente, antes de guardarla de nuevo y decirle que se dé la vuelta.
El cabroncete es un provocador, piensa el entrenador mientras le dice que se toque los dedos de los pies. No es hasta que el entrenador Angus está a cuatro patas con la lengua de Marcus en su agujero cuando empieza a elogiar a su joven aprendiz por tomar el control. Marcus se saca la polla grande y pesada del suspensorio para acariciársela mientras prepara al entrenador Angus para que sea su receptor.
El entrenador Angus empieza a gemir y a apretar la polla de Marcus mientras éste le penetra lentamente. Marcus flexiona la polla cuando está más o menos a mitad de camino, para estirar al entrenador antes de presionar más profundamente en la parte más gruesa de su eje. Ver a su figura de autoridad en un estado de sumisión total y completamente empalada en su gran polla hace que Marcus se ría y se vuelva más agresivo con sus embestidas.
Marcus se inclina para besar al entrenador Angus en la posición del misionero, levantando el culo del entrenador para empalarlo. Esto hace que el entrenador Angus masturbe furiosamente su enorme y gruesa polla, gimiendo y gruñendo cada vez con más intensidad cuando Marcus le penetra profundamente. El entrenador se corre en un santiamén y Marcus sigue empujando hasta que descarga su propia carga en el apretado culo del entrenador.
