Hay que decir que si alguna vez necesitas que te rescaten de un edificio en llamas, probablemente el bombero en prácticas Jace Reed no sea la mejor persona a la que llamar, a menos, claro está, que te apetezca una mamada en tus últimos momentos Esa es sin duda la cruda conclusión que se desprende de los primeros minutos de este intrigante número, ya que la hiperactiva sed de polla de Reed le lleva a hacerle a Gabriel Angel una paja claramente muy apreciada, cuando en realidad debería estar registrando la habitación en busca de otros supervivientes, en este caso, Jeffrey Lloyd. Como resultado, la satisfacción inicial de Reed por haber drenado una pesada carga de esperma de Ángel se ve rápidamente ensombrecida por la comprensión de su error; Lloyd insiste en que la única esperanza que tiene el aprendiz de superar su próxima prueba es replicar su poco ortodoxa técnica de rescate con el jefe. Además, Reed no necesita que le instruyan dos veces. Antes de que se dé cuenta, le ha quitado los pantalones a Lloyd y se está tragando ansiosamente el hambriento culito que anida en su interior; antes de chuparle la manguera al cachondo instructor y, finalmente, enterrar su monstruosa polla en lo más profundo de las tripas de Lloyd. No hay duda de que no hay el menor atisbo de retraso por parte de Reed, y Lloyd disfruta claramente de las bruscas maneras del novato, que toma la hermosa polla en varias posturas. Dada la intensa naturaleza del acoplamiento, no es de extrañar que ninguno de los dos chicos pueda aguantar mucho tiempo: ¡Reed crema el coño de su instructor, antes de que Lloyd se monte una última vez en la polla de su amigo y finalmente se masturbe su propia carga de semen reprimido sobre su vientre peludo!
