Todos sabemos desde hace tiempo que bajo la imagen limpia y guay que les gusta promocionar a los skaters, ¡hay toda una letanía de mente sucia! Como se ha demostrado hábilmente aquí en las hábiles manos -¡por no hablar de las bocas y los culos! – de Chase Hunt y Lucius York, ninguno de los cuales parece especialmente mayor para dedicarse a ese tipo de suciedad perversa.
Sin embargo, a pesar de su aspecto inocente en la calle, no hay indicios de reticencia por parte de ninguno de los dos chicos cuando se quedan a solas en privado, y York no tarda mucho en sacar a Hunt de sus pantalones y reanimar con el boca a boca a los guapos pantalones de serpiente de su compañero. En poco tiempo, los dos tíos están completamente desnudos y embarcados en una sesión de 69 años muy tentadora, dándose un festín con las pollas del otro como dos veteranos profesionales, momento en el que cualquier sugerencia de que estos tíos sean inexpertos de algún modo ha quedado totalmente descartada.
York, en particular, sabe claramente lo que busca en este encuentro; y después de disfrutar de un juego de pies en toda regla, no es de extrañar que el chico se siente en el regazo de Hunt y tome cada centímetro duro de la vara de su colega en su bien dotado trasero. Es un acto que marca el comienzo de una unión impresionante y (lo que es más importante) te hará partirte de risa enseguida, ayudado por el hecho de que Hunt echa su propio pegamento en la cara de su novio a la vieja usanza skater. Pasar tiempo con tus amigos nunca ha sido tan apetecible – ¡ni ha concluido con tanto nad-nectar reprimido!