No cabe duda de que el joven Luke Vogel -¡un chavalote bocazas donde los haya! – hace que el ejercicio parezca fácilmente asqueroso; pero lo que demuestra durante los primeros momentos de esta escena que induce a correrse con Yuri Adamov en forma de flexiones y empujones en cuclillas no es nada comparado con el despliegue físico que sigue con su caliente y cachondo follamigo poco después. Eso sí, cuando estás bendecido con una polla tan grande como la de Vogel, no es de extrañar que seas tan arrogante contigo mismo, o que tus pensamientos y atenciones inmediatas se centren tan fácilmente en tu entrepierna.
Por eso no sorprende en absoluto que introduzca rápidamente su grueso, carnoso y sin cortar eje en la garganta de Adamov casi tan pronto como su colega ha hecho su aparición. No es que Adamov parezca molesto por el repentino giro de los acontecimientos. Todos le hemos visto en acción el tiempo suficiente como para saber que la aparición de una porra como la que Vogel le ha metido en los pantalones le sume en un trance sexual; y después de probar cada centímetro de carne dura que se le ofrece, no es de extrañar que disfrute con la lengua de Vogel forrando su culo sobreexcitado mientras los dos chicos valen sesenta y nueve en un sofá.
¡Pero la verdadera pasión comienza en el momento en que Vogel consigue por fin clavar profundamente su monstruoso miembro en el pliegue de Adamov, señalando el comienzo de una escapada verdaderamente terrorífica y sobrecogedora que ve al pasivo follar como una puta cualquiera antes de producir una magnífica eyaculación a manos libres en el borde del sillón! Un espectáculo que hace que la posterior erupción de Vogel parezca casi mediocre…