Billy Rubens está aburrido, ¡y no me extraña! Tener la cabeza metida en un libro todo el día no es precisamente la actividad más estimulante, después de todo. Sin embargo, como no es de los que se sientan a sufrir en silencio, no tarda en molestar a Sam Kirby -un joven asiático británico- para que se dedique a estudios menos tradicionales, a lo que (al menos al principio) Kirby se resiste. Pero como todos sabemos, Rubens es un capullo decidido, y antes de que te des cuenta, ¡está rasgando con avidez la ropa de su compañero como un poseso!
Dada la intensidad de la libido del tipo y el hecho de que Rubens es un individuo mucho más corpulento físicamente, el pequeño Sam Kirby nunca tiene realmente ninguna oportunidad. Lo único que puede hacer es tumbarse y dejar que su colega haga lo que quiera, ¡y créenos, eso es exactamente lo que hace Rubens! Antes de que Kirby sepa lo que ha pasado, ha colocado a Rubens entre sus piernas y le está chupando la polla como una jodida comadreja… ¡bomba de vacío! Es un giro de los acontecimientos que sólo puede tener un efecto en los tíos que conocemos, y no te sorprenderá si te decimos que Kirby no tarda en devolverle el cumplido, antes de tumbarse postrado en el sofá y dejar que Rubens le meta su grueso y carnoso rabo sin cortar hasta el fondo de su hambriento agujerito
Empieza un delicioso maratón de folladas, en el que Rubens machaca a su amigo, ahora hiperexcitado, en una sucesión de posturas, ¡como si quisiera deshacerse de toda esa frustración estudiantil reprimida! Todo culmina con una demostración muy fluida en la que el tío escupe su fajo sobre la cara de Kirby. ¡Maravilloso!
