Hace tiempo que nos hemos acostumbrado a ver porno gay presentado como una pareja de tíos practicando sexo ante la cámara, normalmente al estilo ¡zas, pum, gracias señora! – pero el director John Smith adopta un enfoque algo vanguardista con esta pareja formada por Dick Casey y Jace Reed. Por un lado, Casey es realmente el único punto focal de la acción de principio a fin. Por otro, Reed nunca muestra su rostro.
El resultado es una presentación extremadamente intrigante que (sin duda) encantará a algunos y desanimará a muchos otros; pero hay que quitarse el sombrero ante un director que ha pensado claramente fuera de la caja y nos ha proporcionado así una escena que todos querremos comentar. Toda la acción está filmada desde la perspectiva de Reed, que sigue a Casey después de que los dos chicos se bajen de un tranvía en Praga, y luego le invita a tomar un café en su apartamento. Esto, por supuesto, es claramente un eufemismo para cualquier otra cosa, dado que una tetera no hace ni una sola aparición durante la acción siguiente. En lugar de eso, es la polla de Casey la que ocupa el centro del escenario, ya que Reed le hace un ejercicio oral que a su invitado le costará olvidar
De hecho, toda la experiencia se centra en gran medida en el placer de Casey, ya que Reed no tarda en centrar su atención en el culo de su nuevo amigo, al que sigue metiéndole los dedos y follándoselo, lo que acaba provocando que Casey produzca una erupción volcánica de semen que rivaliza con algunas de sus mejores corridas. Eso sólo deja a Reed salpicando «anónimamente» la cara del tipo con su propio fajo de jugo de nad acumulado, ¡exactamente el tipo de firma que la escena merece!
