Casi cualquiera que lo conozca te dirá que Mark Fontana es un gamberro de mente sucia que aprovecha cualquier oportunidad para sacar la polla; pero aun así, parece sorprender a su bonito tocayo, Mike Fontana, cuando el chico descubre a Mark masturbándose subrepticiamente en un rincón tranquilo en plena jornada laboral. Sin embargo, la actitud de Mike no tarda en cambiar y acepta que si no puedes vencerlos, mejor unirte a ellos; y sacando un cubo de plástico para sentarse, el chico saca su propio pene dolorido y empieza a disfrutar él mismo de la tan necesaria autoestimulación.
El resultado es el fabuloso espectáculo de los dos Fontana masturbándose al sol como un par de sujetalibros cachondos, antes de que Mark aproveche la situación para arrodillarse y hacerle una enérgica mamada a su compañero. Es un movimiento muy atrevido, pero no tarda en producir el efecto deseado, ya que Mike le devuelve la mamada de inmediato, antes de reagrupar a su compañero en una mesa cercana y clavarle su carnosa polla sin cortar hasta el fondo del culo del joven cachorro. Lo que sigue es el tipo de sesión de follada sin límites que seguramente alegraría cualquier día de trabajo, y pronto -como era de esperar- lleva a ambos chicos al punto de no retorno. Y así es como Mike descarga un fajo de prodigioso jugo de chico, que salpica cuidadosamente sobre la cara de Mark; antes de que Mark, que en este punto está literalmente chorreando, descargue su carga sobre la boca de su compañero de trabajo. Todo culmina con un valiente beso entre los dos chicos
