Oliver es uno de esos tipos que están dispuestos a probar cualquier cosa una vez. Después de su escena de masaje de la última vez, me preguntó enérgicamente: «Entonces, ¿qué es lo siguiente?» Cuando le dije que podía volver para una mamada, se puso a ello inmediatamente.
Aun así, cuando apareció unas semanas después, parecía un poco nervioso. Al menos al principio, cuando las cámaras empezaron a rodar, pero todo se esfumó rápidamente en cuanto mis labios envolvieron la gran polla de Oliver. Su cabeza rodó hacia atrás con una expresión de éxtasis en la cara, y su polla se puso dura en unos 20 cronosegundos.
Ya he mencionado antes el culo de Oliver, pero merece la pena volver a hacerlo. Todos esos años de fútbol dieron sus frutos con un culo que merecía algo de atención. Nunca había estado cerca de él y no sabía cómo le iba a gustar. Sin embargo, una vez que mi lengua se introdujo en su raja, diría que ya se había decidido. Oliver casi se arrastraba por la pared, con los ojos en blanco por la sensación.
Si has visto otras escenas suyas, sabrás que la preparación del «final» de Oliver (como él lo llama) es siempre intensa. Y ésta no es una excepción. Le costó llegar hasta allí, pero al final se retorcía en la silla: «Vale, ahora. Ahora mismo»
