Ha salido el sol, la cama está hecha y el mundo está en orden. No es de extrañar que los jóvenes amigos Martin Muse y Bryan Hogan estén claramente apasionados. De hecho, los pétalos de rosa cuidadosamente colocados sobre las sábanas no tienen ninguna posibilidad, ya que los dos compañeros se enzarzan rápidamente en una sesión de besuqueo duro, que rápidamente lleva a Hogan a coger la hermosa varita de Muse para poder atiborrarse de toda la buena carne sin cortar que su amigo tiene para ofrecer Es una decisión que obviamente no molesta en absoluto a Muse, eso está claro; y tras disfrutar de las delicias de la hambrienta lengua de Hogan en cada centímetro de su pene, no tarda en corresponder con el mismo vigor, hasta el punto de empujar su polla a través de un agujero en el cabecero para una felación pervertida. Sin embargo, el principal interés de Muse es el apretado culito de Hogan, y no tarda en colocar a su amigo boca arriba, con las piernas en las caderas, para poder dedicarle toda su atención. Ni que decir tiene que Hogan no parece mostrar la menor reticencia cuando su amigo le mete los dedos en sus partes más íntimas, y el placer no hace más que intensificarse cuando Muse introduce finalmente su dolorida polla en ese rincón suave y caliente. Lo que sigue es una exhibición verdaderamente increíble de fornicación entre hombres, en la que Muse primero golpea a Hogan por detrás y luego le anima a cabalgarle al estilo vaquero con el mismo entusiasmo. Es más que suficiente para llevar a ambos al borde del abismo en un santiamén, culminando en dos soberbias eyaculaciones que casi con toda seguridad te harán estallar en igual medida
