La mayoría de la gente celebra un cumpleaños saliendo a tomar una copa o a una comida especial, pero eso no es lo que Izan Loren tiene pensado para su colega, Ángel López, cuando éste marca su día especial. En lugar de eso, Loren lleva al chico a su patio de recreo muy especial, donde enseguida ata a López a una columna: los brazos esposados a un yugo, los pezones apretados, los huevos lastrados con un peso impresionante y la polla protegida por un dispositivo de castidad. En otras palabras, el jovencito simplemente queda indefenso, un mero juguete para los fetiches ya no tan secretos de Loren. Es más, el novio dominante no tarda en subir la apuesta dándole a probar el látigo y la paleta; golpeando su joven y delicada piel con evidente gusto y, por unos momentos, haciendo que López deseara haber estado tan ansioso por aceptar la oferta de placer de su compañero. Sin embargo, ya es demasiado tarde para cambiar de opinión y, lo que es más, Loren no tarda en dirigir su perversa atención al hambriento culito de López, que sigue sondeando con los dedos en previsión de una sesión caliente de follada brutal y dura. Como era de esperar, no pasa mucho tiempo antes de que Loren golpee enérgicamente a su compañero contra la columna, antes de liberar finalmente al joven de sus ataduras, atarlo a las escaleras y golpearlo con todas sus fuerzas No es de extrañar que López esté literalmente al borde del abismo en un abrir y cerrar de ojos, soltando un torrente de semen sobre sí mismo, mientras Loren acaba con un animado chorro de esperma instantes después. En cuanto a sorpresas de cumpleaños, ¡sin duda una de las mejores!
