Ansioso por demostrar que es el chico más limpio de la ciudad, el nuevo Jake Beaumont se dirige directamente a la ducha para disfrutar de un merecido lavado, sólo para descubrir que todos sus esfuerzos por mantenerse fresco pronto serán en vano, gracias a la llegada de su cachondo novio, Mark Flynn. Para ser justos, no se puede negar que el joven Flynn se hace un poco el duro en los primeros minutos de este estupendo dúo, sentado con las piernas cruzadas en el respaldo del sofá de Beaumont. Sin embargo, pronto queda claro que el lenguaje corporal un tanto negativo del chico es una especie de actuación; y a medida que Beaumont avanza, baja rápidamente la guardia. Tanto es así que Flynn está sobre la polla de su amigo en cuestión de instantes, tragando con avidez cada centímetro que le ofrece y pareciendo (como siempre) la cabrón total que es. De hecho, no se puede negar que se trata de un tío que, literalmente, no puede esperar a que su pequeño hocico lampiño sea estirado hasta la sodomía, y enseguida se queda postrado en la silla con las piernas en alto para enfatizar el punto. Tras un breve interludio de beso negro, Beaumont aprovecha la situación con avidez, enterrando su hermosa polla hasta el fondo del agujero del jovencito con un entusiasmo innegable Basta decir que esto no es más que el principio de una sesión de sexo anal en la que la pequeña cabrón es follada en una fabulosa sucesión de posturas, culminando con Beaumont blanqueándole el culo con un grueso fajo de semen reprimido. Un giro de los acontecimientos que sin duda se verá eclipsado unos minutos más tarde por la respuesta de Flynn, que se masturbará con un géiser de esperma caliente