Sobre el papel, por supuesto, puede parecer bastante obvio que Johnathan Strake es el punto central de este pequeño y atractivo trío, y basta decir que el director John Smith no defrauda. ¿Por qué habría de hacerlo? Strake es un devoto renacido cuando se trata de pollas, y no hay miedo de que levante la nariz cuando se enfrente a dos de las pollas sin cortar más sabrosas del negocio. Sin embargo, la mayor parte de la acción aquí se centra en el chico nuevo, Vince Todd, o más exactamente, en el culito peludo de Todd. Habiendo guardado unas cuantas bolas anales bajo la almohada, Strake decide rápidamente que sería una buena idea comprobar si el apretado agujero de Todd puede alojar dichos juguetes, tarea en la que Milan Silver está muy dispuesto a ayudarle. Como resultado, la rabadilla de Todd recibe una buena sesión de ejercicios por parte de los colegas del chico; la aparición de una polla dura es mínima. Sin embargo, todo cambia mucho de estilo una vez que Strake vuelve al chico; concentrándose en cualquier cosa que Silver pueda empujar en su dirección, mientras Todd ayuda con vigorosos anilingus y mamadas. Así que, si te gusta ver cómo se follan a una zorrita loca en una sucesión de posturas, antes de montar a un semental como una perra, ésta es sin duda tu clase de escena. Todo ello culmina con Strake estallando sobre sí mismo; antes de que el chico reciba una carga completa en la cara por cortesía de Silver. Dejando que Todd cierre su primera actuación con una espléndida explosión de megavoltaje, ¡mientras le vuelven a martillear las tripas esas cuentas despiadadas!