Siempre es agradable pedir a otra persona que arregle tu desorden, pero cuando contratas a una limpiadora, la cuestión de la confianza nunca está demasiado lejos. Al fin y al cabo, ¿cómo vas a saber lo que hacen cuando les das la espalda? ¿Van a limpiar de verdad? ¿O revisarán tus cosas a la primera oportunidad? Es un problema al que tiene que enfrentarse el musculitos Zack Hood cuando le pide al joven Tony Conrad que pase la aspiradora por su despacho. Al volver sin avisar, descubre que el jovencito cachondo ha estado mirando en secreto su colección de juguetes sexuales, momento en el que el guapo cachas pierde la calma y se embarca en un apasionado programa de represalias La primera parte consiste en meter su polla en la boca del chico Para ser justos, es un movimiento que Conrad parece disfrutar enormemente; y antes de que te des cuenta, Hood le devuelve rigurosamente el cumplido. De todos modos, no hace falta ser clarividente para darse cuenta de hacia dónde se dirige esta escena y qué culo va a ver toda la acción; y de hecho, no pasa mucho tiempo antes de que Hood reúna a su adorable follamigo sobre una mesa y le meta los dedos con energía en el agujerito cachondo del cachorro. Unos momentos más y Conrad es literalmente follado como un juguete, lo cual, dada la respuesta del chico, es algo que disfruta tranquilamente. Al final, todo culmina con el chico echando crema como un géiser, antes de que Hood termine echando semen por toda la cara de Conrad, lo cual, sinceramente, ¡no es nada menos de lo que se merece el guapo y joven canalla!
