¿Quién dice que los abogados no tienen corazón? ¿O que lo único que realmente valoran y entienden es el dinero? Bueno, sea quien sea, la imagen de las mentes jurídicas obsesionadas únicamente por la recompensa mercenaria es ciertamente un poco despectiva aquí; ya que el abogado de rostro fresco, Bjorn Nykvist, muestra su lado claramente compasivo cuando Jaro Stone entra en su despacho buscando representación en los tribunales. Aun así, no hay comida gratis, y aunque nuestro águila legal no piense en el dinero, ¡es casi seguro que piensa en la mierda! De hecho, es sin duda un acuerdo carnal lo que se negocia rápidamente entre estos guapos jóvenes, y los dos amigos se van directamente a la cama para resolver algunas cuestiones de orden. Ni que decir tiene que no pasa mucho tiempo antes de que las pollas de ambos sean el centro de las negociaciones, con un buen espectáculo de mamadas que rápidamente se convierte en una ambiciosa sesión de enérgicos 69s. Al final, sin embargo, las ganas de meterle hasta el fondo de las tripas el infame pica-culos de Stone resultan ser demasiado para el rubio Nykvist, que se deja follar por dentro hasta el límite de lo legal en una sucesión de posturas, incluida la de vaquero invertido. Es suficiente para provocar un frenesí febril incluso en los aficionados más romos, y no pasa mucho tiempo antes de que la polla de Nykvist escupa un generoso fajo, que Stone se traga con avidez. No es que la erupción de Stone sea menos intensa, ya que los dos tíos subrayan su categoría de artistas de primera intercambiando un último beso diabólicamente cargado de semen
