Es difícil no tener la impresión de que el jovencito de cara fresca Chase Evans es como un cordero al matadero en los primeros momentos de este terrorífico dúo con el siempre feroz Jonny Castle: un joven que nunca tiene la más mínima posibilidad de resistirse a las tentaciones gratuitas y directas que su cachondo compañero pone descaradamente en su camino. Pero aunque resulte obvio, incluso para los ciegos, que es Castle quien hace toda la carrera inicial cuando los dos tíos se encuentran por primera vez, incluso postrándose en su cama y permitiéndose una muestra no demasiado discreta de disponibilidad antes de abalanzarse sobre la polla de Evans y casi chupársela en el acto, no pasa mucho tiempo antes de que el jovencito esté dando tanto como recibe en este encuentro.
Para deleite de Castle, todo hay que decirlo. Lejos de ser un depredador sexual, la frenética exhibición del chico se revela rápidamente como una mera ayuda para conseguir exactamente lo que quiere: ¡la carnosa polla sin cortar de Evans metida hasta el fondo de su culo! Así pues, la segunda mitad de este encuentro tiene un aire decididamente distinto, con Evans controlando ahora la situación y Castle siendo la parte dominada.
Castle cabalga una polla cruda como si su existencia dependiera de ello, y Evans está ansioso por complacerle. No es de extrañar que los dos tíos no tardaran en derramar chorros de semen como géiseres, ¡un final apropiado para su actuación de cinco estrellas!
