Algunos tíos llegan a la activa echando horas y trabajando duro. Otros, sin embargo, simplemente follan hasta alcanzar el éxito, una metodología que el musculoso Rob Nielsen decide adoptar cuando se le ofrece una tentadora oportunidad gracias al chico nuevo, Charlie Volume. De hecho, el chico no muestra ni un momento de duda cuando le dicen que podría conseguir su propio despacho a cambio de favores sexuales; y en unos instantes, los dos chicos están aprovechando al máximo el estar solos después del trabajo, quitándose las camisetas e intercambiando un sensual beso. No hace falta ser un genio de los negocios para darse cuenta de que no sólo se van a quitar las camisas estos dos tipos tan guapos; y pronto Volume está de rodillas, saboreando cada centímetro que Nielsen ha escondido en su ropa interior de moda.
No cabe duda de que este joven es un afortunado hijo de puta; y su buena suerte no hace más que aumentar cuando Nielsen decide darle la vuelta, quitarle los pantalones y centrarse directamente en ese ardiente pliegue que ha escondido entre sus nalgas. Momentos después, la polla del rubio cabrón está firmemente plantada en las tripas de Volume, un movimiento directo un tanto inesperado que deja al novato (¡y a todos nosotros, espectadores!) sin aliento.
Lo que sigue es un tremendo lance que seguramente hará que casi todos nos estremezcamos de furia; culminando con Nielsen explotando furiosamente sobre el culo de su compañero. Pero es la erupción casi escandalosamente violenta de Volume, que al final salpica la carita de Nielsen con un torrente de esperma caliente, la que se lleva nuestros mayores vítores
