No hace falta ser un gran experto en las sutilezas del porno gay para darse cuenta de hacia dónde se dirige esta escena, pero no te desanimes por lo que resulta ser una estupenda propuesta de temática motera del director John Forgeron. Por un lado, tenemos al magnífico Tom Crua, una bestia tatuada cuyo pelo recortado al estilo militar y físico perfecto bastan para hacer que incluso los admiradores más reacios se arrodillen
Por otro lado, tenemos a un jovencito ultra sexy, Yuri Adamov, cuyo físico delicado y cara bonita contrastan con la masculinidad primaria de su novio. Dadas las evidentes diferencias entre ambos, no te sorprenderá descubrir que Crua desempeña el papel dominante, mientras que Adamov es realmente el pasivo. Pero parte de la belleza de esta escena -aparte del hecho de que presenta a dos de los tíos más calientes del circuito en este momento- reside en la sencillez que rodea a esta particular expectativa.
Así que siéntate, relájate y relájate con el puro placer de ver a un jovencito cachondo prestando toda su atención a un tío que podría cogerlo y lanzarlo por la habitación sin el menor esfuerzo No es que Crua haga algo tan indecoroso. Al contrario, simplemente levanta al chico y lo coloca sobre su polla, un movimiento que (como era de esperar) hace que Adamov entre en un éxtasis total. Basta con decir que el joven disfruta de la follada de su vida, que culmina con una fina explosión de jugo de hombre caliente sobre su pelo perfectamente cortado gracias a la polla en erupción de Crua. En resumen, ¡jodidamente caliente!
