Tener un novio que es mensajero tiene sus ventajas, entre ellas el hecho de que pueda traerte todo tipo de cosas excitantes en su bolsa de reparto al final de su ronda de entregas. Eso es algo que descubre el joven advenedizo Casey Flip cuando Martin Rivers llega para darle una pequeña sorpresa. No, no es un anillo de compromiso -¡aunque se te perdonaría pensarlo por la forma y el tamaño de la caja que te entrega Rivers! – sino una diminuta pastilla azul que tiene el milagroso potencial de potenciar su vida sexual. Minutos después, ambos chicos lucen en sus calzoncillos una erección que excitaría hasta a un eunuco, y no es de extrañar que se besen rápidamente como dos putas en previsión de la acción hardcore que se avecina. Por supuesto, no es de extrañar que esas pollas monstruosamente hinchadas pronto estén en plena exhibición; con los tíos cara a cara en el sofá disfrutando de una sensual sesión de 69-ing. Pero la experiencia nos dice que no pasará mucho tiempo antes de que el deseo de tener las tripas llenas hasta los topes de carne de hombre sea demasiado para un tipo como Rivers, y no es una gran sorpresa cuando finalmente presenta su culo a Flip, para que su amigo pueda primero follarse enérgicamente a la belleza lampiña, y luego, finalmente, ¡golpearla con su polla por todo lo que vale! Basta decir que no se deja nada a la imaginación mientras Rivers es golpeada en una serie de posturas; antes de que Flip le llene literalmente el hocico de creme fraiche teen. Una exhibición maravillosamente sórdida, ¡completada con Rivers echando pringue por todo su vientre!
