No puedes evitar tener la clara impresión, desde el principio de este estupendo montaje, de que el joven James Kingston es un poco zorrón a escondidas. Después de todo, mientras su apuesto novio -el debutante Ron Negba- se baña en la piscina de al lado, está publicando activamente textos sugerentes en las redes sociales a través de su teléfono móvil. No son exactamente las acciones de un capullo educado y correcto, eso seguro; y nuestras sospechas sólo se confirman cuando agarra los pantalones de Negba y los frota contra su entrepierna hinchada. Sí, se trata de un tipo al que le encanta la carne en todo su perverso esplendor; y la llegada de su compañero -que a estas alturas ya ha saltado fuera del agua y se ha secado- confirma esta sospecha. El chico se lo monta con su pretendiente en un santiamén, y Negba no tarda en aprovecharse de ello, sacando la dura polla de Kingston de su speedos y devorando la hermosa polla sin cortar del chico con un entusiasmo innegable. Sin embargo, lo que Negba realmente quiere, y que pronto se hace demasiado obvio, es probar el agujerito sin pelo de su novio, y no pasa mucho tiempo antes de que disfrutemos de un auténtico clásico, cuando el chico ensarta la apretada estrella de mar y acaba enterrando su carne sin cortar profundamente entre las nalgas de Kingston. Lo que sigue es una verdadera escapada rompepelotas y sin aliento, que casi seguro te hará agarrar tu propia polla dolorida en pegajosa apreciación; culminando con Kingston siendo follado en el suelo y su raja violada empapada de semen. No es de extrañar que luego escupa un fajo violento él solo
