Está claro que a Ruben Bart le apetece un poco de acción en el bosque, ¡y no estamos hablando de una excursión por la naturaleza ni nada parecido! De hecho, lo único que busca en este momento es una polla dura, así que la llegada de Kris Blent a la escena -sólo con un par de speedos y una toalla al cuello- le viene como anillo al dedo. No es de extrañar que el jovencito se aferre al holandés y frote su cuerpo contra él como una cabrón en celo, algo que (como era de esperar) hace que Blent se sienta igual de caliente y cachondo.
Como resultado, los dos tíos no tardan en volver a su villa española; encuentran un banco en el jardín, donde Blent mete la mano en los calzoncillos de Bart, saca la polla del chico y empieza a chupar la divina varita con el gusto característico. No es que Bart sea menos receptivo a la idea de chupar, y se da un festín con la polla de Blent a la primera oportunidad; luego dirige su atención al hambriento agujerito del tío, ¡que se pone ansioso a la espera de una merecida follada! De hecho, el alivio en la cara de Blent cuando toma cada centímetro de la polla de su amigo es obvio, sólo igualado por la expresión de éxtasis en la cara de Bart cuando se invierten los papeles.
Literalmente, estas dos bellezas cachondas no tienen suficiente polla en el culo, y no es de extrañar que cada una llegue a un punto sin retorno. Primero Bart, escupiendo sobre su vientre mientras folla; luego Blent, rociando su semen sobre la cara de su amigo, ¡dejando a Bart chorreando semen y más sexy que nunca!
