Dale un hueso a un perro y lo masticará. Dale a un tipo siempre excitable como Kris Blent un juguete sexual y (del mismo modo) seguro que jugará con él, ¡especialmente cuando pronto se le unen un par de colegas igual de cachondos como Chris Jansen y el novato, Johnathan Strake! Decididamente, estos tres chicos son adorados por un grupo de chavales en la mañana de Navidad, ya que dan buen uso a sus masturbadores; incluso introducen el más delgado en el culo de Jansen, para evidente deleite del chico danés. Pero las preocupaciones sólo se intensifican una vez que los juguetes se dejan a un lado y es la hermosa polla de Blent la que se convierte en el centro de toda la atención; con Jansen y Strake luchando literalmente por darse un festín con la vara del holandés, las tomas a cámara lenta subrayan la tensión sexual. Minutos después, las tres pollas se exhiben, con una inesperada muestra de felación por parte del trío que prepara muy bien el escenario cuando Strake se convierte en la pieza central de los procedimientos. De hecho, Blent está deseando darle un buen anilingus al novato, antes de que Jansen firme el trato clavando cada centímetro de su hermosa polla en las tripas del checo. No es que un tipo de la reputación de Blent no quisiera compartir la acción, por supuesto; y no pasa mucho tiempo antes de que Strake esté cabalgando el salami holandés crudo al estilo vaquero. Pero el cénit de la acción llega cuando los tres tíos se enzarzan en un sándwich de polvos – Blent y Jansen se turnan para ser el vagón del medio en el tren – que rápidamente se traduce en unas corridas faciales muy pegajosas y un pegajoso beso a tres bandas ¡para terminar!
