No estamos seguros de cuántos concertistas de piano practican su arte llevando un suspensorio bastante revelador, pero está claro que para la belleza morena Xander Hollis es algo imprescindible. Quizá la sensación alrededor de su culo y su polla le ayude a tocar mejor, ¿quién sabe?
Lo que podemos decir con cierto grado de certeza, sin embargo, es que su fetiche pervertido pronto atrae la atención de Felix Webster, que se pasea por la habitación con la clara intención de impedir que el tipo trabaje con los marfiles para poder trabajar en su polla en su lugar. Una ambición lograda con indudable facilidad mundana. Antes de que te des cuenta, Hollis está de rodillas chupando la vida de la polla de Webster, un cumplido que el chico rubio está encantado de devolver minutos después.
Lo que resulta evidente a través de todas estas felaciones, mamadas y anilingus gratuitos es que sólo es cuestión de tiempo que se cumpla la ambición última de Webster: ser follado por la polla cruda de su colega, así que no es de extrañar que finalmente llegue el momento de que Hollis empiece a machacar el culo del rubio con el gusto que le caracteriza. Un polvo caliente y sudoroso en el suelo que culmina cuando ambos disfrutan del tipo de facial pegajoso y sin límites que te encanta