Gabriel Angel y Alessandro Katz son (¡como siempre!) un par de jovencitos hiperexcitados y muy traviesos, así que no es de extrañar que encuentren un barril de diversión entre una variada colección de ropa interior. No cabe duda de que a ambos les apetece un poco de acción carnal hardcore, y no pasa mucho tiempo antes de que el ángel rubio salte al regazo de Katz para darle un largo beso con la boca abierta. No es que el joven francés sea el tipo de chico que se conforma con un simple beso, por supuesto. Como siempre, es un chico que no está realmente contento hasta que se encuentra cara a cara con la polla de su amante. Y no es ninguna sorpresa que finalmente se sumerja profundamente en la entrepierna de Katz y empiece a chupar la magnífica carne sin cortar que descubre allí. Sin embargo, no es el único con un gusto casi insaciable por la carne fresca, como Katz demuestra rápidamente dando la vuelta a la mesa y dándose un festín a cambio con la polla lampiña de Angel. Sin embargo, esto es sólo el preludio de la siguiente fase de su apasionado encuentro, en el que Angel envuelve a su amigo en el brazo de un sofá para poder meterle mano y acariciarlo. Momentos más tarde, el cachondo parisino introduce hasta el último centímetro de su polla en el bien trabajado agujero de su amigo, señalando el comienzo de una tremenda sesión de cruda fornicación. Sin embargo, para los aficionados a la meada, los últimos minutos de acción serán los más gratificantes, con Angel chorreando y rociando la cara de Katz, ¡y luego el propio Katz haciendo lo mismo con su amigo a cambio de un final completamente empapado!
