Maestro nadador se folla a un jovencito

Ser el socorrista de turno cuando sólo hay una persona en el agua no es el más agotador de los trabajos, así que quizá no te sorprenda demasiado que la mente del apuesto Boris Lang empiece a divagar al principio de este encuentro con el pícaro James Kingston. De hecho, antes de que te des cuenta, estamos en medio de una pura fantasía; con el guapo y joven nadador tumbado boca abajo y sin vida en la piscina, y Lang entrando rápidamente en acción en un intento desesperado por salvarlo. No sorprenderá a nadie que el intento de rescate sea todo un éxito: Lang arrastra a su protegido hasta el borde de la piscina, antes de tumbarlo en un banco para que se recupere. Sin embargo, lo que puede abrirnos los ojos es lo rápido que el beso de la vida se convierte en el beso de la lujuria, momento en el que todo sigue como siempre en términos de porno duro, con Lang zambulléndose ansiosamente en el speedos con estampado de leopardo de su compañero para darse un festín con la dolorida barra de carne que lleva dentro. Basta decir que el chico nuevo se muestra igual de enérgico, devorando ferozmente la barra de su salvavidas, antes de permitir que Lang pruebe el botín en forma de su pequeño agujero de plumas. Sí, amigos, estáis en lo cierto: Lang está a punto de obtener su recompensa por todas sus heroicidades en forma de la apretada cereza de Kingston, que arrebata debidamente con el brío y entusiasmo característicos. No es de extrañar que la belleza de pelo flexible no tarde en correrse en agradecimiento, antes de que Lang cierre el trato escupiendo en la boca de su amigo, ¡y los dos chicos intercambien un ardiente beso como colofón final!