Hora de trabajar para Francis … Pobre chico, tan puro e inocente en su suspensorio blanco. Pero como es tan sexy, la Hermandad quiere acogerlo. En este nuevo episodio, El Maestre introducirá al Jovencito en los placeres de la carne.
Suena el timbre y aparece un repartidor muy sexy, Edwin, con tatuajes, piercings y una actitud muy varonil. Entrega a François un misterioso paquete de El Maestre.
¿Qué puede ser? El chico abre el paquete con impaciencia. Es un sextoy anal para que el joven juegue con él: un consolador rosa.
A Francis le gusta el regalo, que le distraerá del trabajo, pero no tiene con quién utilizarlo… Edwin se ofrece a penetrarle con el nuevo juguete y esto hace las delicias de nuestro adorable adolescente. Francis se reclina sobre la mesa, con la polla lista para ser penetrada por el repartidor. Disfruta con pequeños gemidos de este placer que ha llamado a su puerta y ahora le hace ver las estrellas.
El joven alfa lo domina. Francis se rinde cada vez más, sumiso y dispuesto a ser penetrado con su polla. Edwin le tapa la boca, pero está dispuesto a cumplir su deseo. Le saca la polla de los pantalones y le penetra con fuerza, pero no sin antes lamerle el culo. A partir de ahí, pasarán por distintas posturas, agarrados como animales y con mucha fuerza. Francis disfruta como nunca y recibe todo el semen del repartidor. El Amo no pierde el tiempo cuando se trata de reclutar a nuevos chicos; es capaz de irse a casa con ellos y darles lo que quieren. Y no sólo con un chico tocando la campana, en el próximo episodio de «La Hermandad de los Juegos» él mismo se meterá en la cama con dos chicos y les hará competir por el placer. Descúbrelo en el siguiente nivel del juego, titulado: La competición
