¡Pobre Johny Cruz! A los pocos minutos de ser sacado de los confines de un oscuro y húmedo escondite, es sometido a un encuentro sexual con Mike James y Benjamin Dunn, todo ello supervisado por Denis Reed, vestido con tangas de cuero y armado con una cámara. ¿Su respuesta? Bueno, como cualquier jovencito que se precie, no tarda en implicarse a fondo en el asunto, aprovechando al máximo la oportunidad de follarse a dos de los tíos más calientes del negocio. ¿Y quién puede culparle? Si nos dieran la mitad de posibilidades, la mayoría de nosotros reaccionaríamos exactamente igual, chupando todas las pollas de la habitación y actuando como putas.
Pero no se puede negar la atmósfera un tanto amenazadora de este encuentro, subrayada por la continua manipulación de movimientos y posturas por parte de Reed. De hecho, el abuso de Cruz a manos del señor alemán sólo parece intensificarse a medida que avanza la escena; y lo que sobreviene hacia el final de la sórdida escapadita no debería ser una gran sorpresa. Escupido, abofeteado y maltratado en general, el joven se convierte poco a poco casi en un objeto sexual, ahí para satisfacer los caprichos perversos de los demás y nada más.
Como tal, parece natural que los tres tíos acaben metiendo sus hinchadas pollas en el culo de Cruz al mismo tiempo, una follada a tres bandas que hay que ver para creer. Nadie puede adivinar cómo se lo toma el jovencito, pero ni que decir tiene que el blanqueamiento facial que sigue inmediatamente después parece casi insulso en comparación. ¡Nunca digas que no te avisaron!
