Sven Laarson, la belleza rubia, es un joven muy astuto. Al fin y al cabo, parece saber instintivamente cómo poner a su compañero de vestuario, Yuri Adamov, de humor para un poco de acción hardcore, y eso no implica nada más que un nuevo par de pantalones. Vale, no son exactamente la ropa interior de todos los días, pero el simple hecho de ponérselos pone rápidamente a Adamov en un estado de excitación, ¡y Laarson se aprovecha inmediatamente follando rápidamente el culo expuesto de su compañero!
Como era de esperar, esta improvisada introducción excita aún más al moreno, y los dos jóvenes no tardan en tragarse mutuamente sus gruesas pollas sin cortar. Adamov, en particular, siente una clara necesidad de carne, y se da un festín con toda la longitud de la baguette de Laarson; antes de que Laarson vuelva a lo que parece ser su pasatiempo favorito y le dé a su amigo otra generosa lamida.
Todo esto, sin embargo, no es más que la preparación para la dura follada que, a estas alturas, todos sabemos que se avecina en el agujero de Adamov; ¡y no es nada sorprendente ver a Laarson atar el culo caliente y cachondo a una camilla de masaje para montar ese culo apretado y tembloroso! Es más, la naturaleza de los nuevos calzoncillos de Adamov es tal que ni siquiera necesita quitárselos para que se los follen, aunque cuando está listo para disparar, hace tiempo que se los han quitado. Al menos eso significa que no hay riesgo de que se ensucien cuando Laarson recompensa a Adamov con una cremosa corrida facial
