Es la hora del desayuno en la casa de la misión, y los chicos no tienen mucha hambre; pero para Mark Fontana y Lucas Drake es un apetito mucho más carnal el que centra su atención. Tanto que, a la primera oportunidad, se besuquean mutuamente en la cara y se arrancan la ropa. Por supuesto, cualquiera que conozca a estos chicos no esperaría menos; y no será sorprendente verle caer de rodillas para adorar el suculento tronco sin cortar y las magníficas medias de su amigo. A nadie le sorprenderá especialmente ver a Drake devolverle el favor, deleitándose con la bien curvada varita de Fontana y haciéndose la zorra. Lo que puede ser un poco revelador, ¡por no decir un abre culos! – es cuando Fontana decide condimentar un poco las cosas introduciendo un calabacín de buen tamaño en el acogedor agujero de Drake, lamiendo juguetonamente la verdura como si quisiera lubricarla para la ocasión. Es una introducción muy traviesa e imaginativa a la follada que pronto sigue, con Drake recibiendo valientemente la polla de su compañero como el auténtico profesional que es, antes de que Fontana decida disfrutar de su parte de la acción abalanzándose sobre la polla de su compañero y cabalgándolo al estilo vaquero inverso. Pero como buen goloso que es, Drake no puede resistirse a probar otra polla dura en sus entrañas antes de que acabe el encuentro, un testimonio apropiado de la reputación del chico como loco por las pollas, y que pronto le lleva a un clímax pegajoso. Todo esto hace que Fontana llene de esperma la carita de Drake, antes de que los dos se den un pegajoso beso de despedida
