Vale, seamos totalmente francos. Jaro Stone y Tony Conrad, ¿qué puede no gustarnos? De hecho, es el tipo de escena que podrías llegar a la conclusión de que no necesita una reseña, ¡ya que se vende por sí sola! Sin embargo, en aras de la imparcialidad, vamos a intentar dejar de lado el hecho de que en ella aparezcan dos de los modelos más populares del circuito y centrarnos en la acción en sí: una tarea imposible en la realidad, por supuesto, pero ¡hey presto! Conrad interpreta a un estudiante travieso, que ha irrumpido en el estudio de su tutor con el objetivo de hacerse con unos exámenes. Stone, por su parte, entra en la habitación exactamente con el mismo motivo; pero no tarda en convencer a su compañero de que hay algo más en la vida que los exámenes. Ni que decir tiene que a Conrad no le cuesta mucho persuadirle. Antes de que te des cuenta, los dos chicos están tumbados en un sofá cercano, enzarzados en una intensa sesión de felación, durante la cual creemos que a la mayoría de los espectadores les resultará difícil elegir un favorito entre estos dos compañeros. De hecho, para cuando Stone haya ganado la partida y esté haciendo un suave anilingus y metiendo los dedos a Conrad como preparación para la inevitable follada que se avecina, no hay duda de que la mayoría de la gente estará completamente perdida en cuanto a cuál de estas dos bellezas es la más adorable. Una conclusión que sólo se agravará al ver a Conrad embestir con su blando cuerpo la polla de su amigo al estilo vaquero, antes de ser cogido por detrás y escupir rápidamente el contenido de sus nalgas sobre su vientre. Dejando que Stone remate una escena clásica estallando sobre el culo de su amigo, ¡y clavando luego su polla en el agujero de Conrad!
