Dos cosas son bastante obvias al principio de este pequeño y travieso encuentro. La primera es que el joven Tristan Wood, que apenas parece tener edad para salir sin sus padres, ¡y mucho menos al porno! – es un sumiso algo reticente. La segunda es que Paul Walker es un activo resueltamente seguro de sí mismo (algunos dirían incluso arrogante). Ni que decir tiene que no hace falta ser Einstein para saber cuál de estas dos partes lleva la voz cantante cuando ambos se embarcan juntos en un retozo sexual en una mazmorra; después de todo, ¡el hecho de que Walker lleve a su colega por la habitación con una correa lo dice todo!
Lo que no te esperas, sin embargo, es lo metidos que están en sus papeles estos dos tíos, especialmente Wood, que hace una actuación realmente estelar cuando Walker le obliga a arrodillarse para que se la mame, luego le pone un cabestrillo y le mete por el culo unos juguetes sexuales bastante grandes Por supuesto, para cuando Walker está listo para consumar sus travesuras sustituyendo dichos consoladores por su propia polla bien cortada, estamos completamente seguros de que estarás totalmente convencido de la actuación de Wood aquí.
Por eso, el polvo que sigue es una auténtica gozada: los dos tíos se desenvuelven bien en sus respectivos papeles, ¡mientras Walker se abre camino hasta las entrañas de Wood! No es de extrañar, por tanto, que ninguno de los dos tenga ningún problema en correrse copiosamente: Wood sobre su vientre y Walker sobre la cara expectante de Wood ¡El amor entre cachorros nunca ha sido tan sexy!
