El guaperas de pelo flexible Martin Rivers tiene problemas con las autoridades por indecencia pública; pero aunque a los poderes fácticos no les gusten sus escuetos pantalones cortos y su camisa que revela la carne, Milan Sharp está claramente a favor. Y no sólo porque sus comparecencias periódicas ante los tribunales aumenten su saldo bancario No, es evidente que Sharp aprecia cada centímetro del impecable cuerpo de su cliente, un hecho que deja claro con un brillo cómplice en los ojos, al tiempo que reprende al jovencito por sus descuidos. Al fin y al cabo, hasta un abogado con los ojos llenos de polvo sabe apreciar a un chico guapo cuando lo ve; ¡y el abogado de la polla de burro no hace ningún esfuerzo por reprender aún más al chico cuando Rivers le entierra la cara en la entrepierna! Además, ¿qué tipo en su sano juicio lo haría? Tampoco muestra la más mínima reticencia a la hora de discutir los detalles del asunto con su cliente cachondo, ¡dándose un festín con la polla hinchadísima del chico, antes de hacerle un febril anilingus y follarle el culo a Rivers, revelando en el proceso un gusto bastante pijo en ropa interior! A menos que tengas un fetiche especial por los pantalones, es la fornicación de sobremesa entre estos tíos lo que más te va a tocar las pelotas; con Sharp clavando cada centímetro de su enorme polla en el derrière de su capullo, antes de atar al seductor cachorro a un sofá cercano para completar su violación. Sin lugar a dudas, se trata de un tío cachas decidido a trabajar hasta el último gramo de semen de su cliente, antes de hacer estallar lo que sólo puede llamarse un tsunami de esperma por todo el rostro de Rivers
