¿Hay algo más agradable que pasar un buen rato con un buen amigo, bebiendo cervezas juntos mientras vemos el rugby? Bueno, nueve de cada diez veces probablemente no. Pero a veces -sólo a veces- te encuentras en compañía de un colega que no sólo está cachondísimo, sino que además es guapísimo, y en esa ocasión, ¡el deporte en la tele siempre va a quedar en muy mal lugar! Como bellezas musculosas, Billy Rubens y Darius Ferdynand descubren cada uno cuando se toman el tiempo de ver un partido en compañía del otro. Por supuesto, el hecho de que hayan elegido disfrutar del rugby tumbados juntos en una cama probablemente no ayude; y el partido se ve rápidamente eclipsado por los deseos carnales que pronto surgen en las mentes de este sucio dúo de folladores cachondos.
Desde luego, Rubens no parece capaz de contenerse mientras recorre con sus deliciosos labios la longitud de la polla de Ferdynand; y para cuando Darius le devuelve el cumplido, los dos tíos están claramente en un terreno de juego completamente distinto, cualquier interés por el rugby ha pasado a un segundo plano mientras se dan placer mutuamente como un par de dingos sobreexcitados. Ferdynand, en particular, está ansioso por trabajar en las bolas claramente sobredimensionadas de su amigo, y no pasa mucho tiempo antes de que esté a horcajadas sobre la polla de Ruben en una serie de posturas que inducen a correrse.
Dada la intensidad de la follada y el hecho de que la bolsa de Ruben está a punto de estallar, no es de extrañar que la corrida fluya rápida y furiosamente: ¡Rubens lanza un géiser casi alucinante que hay que ver para creer!
