Sin duda, hay que ser un santo o un eunuco para no querer echar un vistazo al guapo novato Abir Tevel mientras se enjabona en la ducha después de una dura sesión en el campo; y como Max Gray no es ninguna de esas cosas, no será de extrañar que pronto aproveche la situación para llenarse los ojos con el torso tonificado y la deliciosa polla sin cortar del chico. Es más, no se arrepiente en absoluto cuando Tevel se da cuenta de que hay un mirón en la habitación, y no tarda en enfatizar sus maneras de cabrón llevándose la polla de su colega a la boca y chupándosela todo lo que puede. Es una decisión con la que Tevel no tiene ningún problema, hasta el punto de que el chico se dirige rápidamente al siempre insaciable agujero de Grey y le ensarta ansiosamente la caliente raja antes de introducir hasta el último centímetro de su polla. Llegados a este punto, tal vez te perdonarían por pensar que todo estaba preparado para ser un dúo normal y corriente, hasta la repentina llegada de Orri Gaul, que se coloca inmediatamente detrás del trasero de Grey y embiste cada centímetro cuadrado de su polla en las tripas del chico. Es más, Gray ni siquiera parece pestañear mientras es asado enérgicamente en un espetón por los dos cachondos por turnos; a su vez para cabalgar ambos capullos al estilo vaquero y finalmente (algo inevitable) chorrear en todas direcciones. Pero es sin duda la visión del chico arrodillado entre Gaul y Tevel y recibiendo hasta la última gota de su semen en la cara lo que merece más elogios; ¡el chico lo da por terminado chupando las dos pollas exhaustas con una sonrisa de oreja a oreja!
