Los primeros momentos de esta emocionante escapada tienen un aire claramente checo y negro, cuando el casi trastornado Titus Snow se arrastra por un bosque local intentando encontrar a alguien a quien amar. Es un concepto extraño, sin duda; pero se vuelve aún más espeluznante cuando tropieza con un chico nuevo, Andy Scott, que pasa alegremente el tiempo tumbado en el suelo del bosque, contemplando el dosel otoñal. Basta decir que el joven debutante no puede estarse quieto mucho tiempo; Snow pone al pobre chico en pie, lo besa y luego se lo lleva a su guarida, en este caso, ¡su apartamento de la ciudad! Llegados a este punto, es innegable que Scott está completamente bajo el hechizo de Snow, y no es de extrañar, dada la impaciencia con la que el joven británico saca la polla del chico y empieza a atiborrarlo profundamente. Después de todo, ¿quién en su sano juicio rechazaría ese tipo de atención? Momentos después, Scott le devuelve el favor -¡sin duda con más entusiasmo aún! – con una mamada sobre la polla totalmente imberbe de su agresor, en total contradicción con su reticencia inicial. Sin embargo, cualquiera que haya visto a Snow en acción sabe que lo que realmente desea es sentir la hermosa polla de Scott en su culo, una ambición que no tarda en hacer realidad subiéndose al regazo de su nuevo amante y rebotando en la polla de su compañero todo lo que puede. No es de extrañar que Scott sea incapaz de contenerse durante mucho tiempo, derramando un buen fajo de semen por todo su agujero, antes de hacerle orinar. Un final frenético de semen y néctar amarillo dorado que deja a ambos completamente empapados